Mal que les pese a algunos, la próxima manifestación del 18 de junio en Madrid es por la familia y no es una manifestación confesional, ni de derechas, ni pro PP, ni anti PSOE. Los convocantes son el Foro Español de la Familia, Concapa, E-Cristians, Europa por la Vida, Fapace, etc.

A la manifestación se adhieren las confesiones religiosas mayoritarias en España. De forma oficial, la Conferencia Episcopal Española, de forma oficiosa los representantes de las confesiones protestantes, ortodoxas, judías y algunos musulmanes. También se adhieren representantes de partidos de izquierdas.

Una revista que se apellida católica, ha desautorizado la manifestación. Algunos lo celebran, pensando que el adagio «divide y vencerás» puede ayudar a sus propósitos. Pero, ¿realmente estamos divididos o cada vez más unidos? Lo digo por lo siguiente: los convocantes de la manifestación -católicos o no- que algunos quieren etiquetar de tradicionalistas, se encuentran curiosamente muy cómodos, muy a gusto con los judíos, los ortodoxos, los protestantes, los musulmanes. Existe cada vez más diálogo desde las personas que se declaran católicas con la laicidad inteligente, con la izquierda racional, con el liberalismo agnóstico o ateo mientras haya capacidad de encontrar campos comunes, que los hay.

Si la manifestación no es católica, a pesar de lo que dice el torpe editorial de la revista, ¿qué demonios importa lo que diga la piadosa revista?

De modo que, ¿dónde está el aislamiento? ¿En los católicos que dialogan con todos los que quieren hablar o en los recalcitrantes que sólo quieren que se hagan las manifestaciones que a ellos les parece bien, cuando les parece bien?