Los lectores de algunos medios de comunicación son conducidos cual corderos al matadero. Se les lleva por el ronzal hacia la conclusión que tienen que sacar sin posibilidad de escapatoria. Esto ahora se puede comprobar con los comentarios que dejan en las noticias.
Por favor, comparad lo que dice El País sobre este suceso.
Detenido un hombre por chantajear a la curia compostelana y la baronesa Thyssen | Galicia | EL PAÍS.
Y lo que dice La Voz de Galicia.
A bote pronto, El País omite lo siguiente:
1.- El propio deán denunció el hecho para que se pudiera detener al extorsionador.
2.- Los supuestos vídeos eran de conversaciones.
3.- Los vídeos no existían.
4.- El delincuente es un viejo conocido de la Policía por dedicarse al narcotráfico y la extorsión. Su método es buscar víctimas en los protagonistas de noticias.
Y así, los comentarios de los lectores (obtusos) de El País son de sospechas delirantes en las que la víctima pasa a ser el culpable.
En análisis del discurso se dice que tan importante es lo que se dice como lo que se omite. Con mucho menos academicismo, mentir es decir una verdad a medias, manipular es ocultar la realidad, injusticia es calumniar.
Todo eso lo hace El País habitualmente cuando se trata de clérigos.
Es todo eso, pero no es periodismo.