Una referencia personal. Me enteré del atentado de Pamplona por el SMS de una persona que trabaja en una televisión. Como en ese momento no tenía acceso a Internet ni a ninguna televisión y radio, me esperé hasta las 12 aproximadamente cuando pude entrar en el coche y poner Radio 5. Entraron en antena algún alumno, un portavoz de la Universidad (que en estos momentos lamento no recordar), el encargado de realizar los programas radiofónicos de la Universidad y Pilar Martínez-Costa, profesora de radio y vicedecana de la Facultad de Comunicación.

La casualidad quiso que, al mismo tiempo que una bomba explotaba en Pamplona, tuviese lugar un Congreso de Nuevo Periodismo en Cáceres. «El director de contenidos de Prisacom, Chus del Río, afirmaba sentirse «decepcionado» por la escasa aportación que los futuros periodistas de la Facultad de Comunicación de la Universidad Navarra habían hecho a los medios. «Apenas hemos recibido cinco fotos y un vídeo», se quejaba». (Del blog de Ramón Salaverría)

Efectivamente, quien visitara las webs de El Mundo y El País se podía sentir decepcionado por la escasez de material de ambos medios en las secciones dedicadas a lo enviado por la audiencia.

Siempre me han llamado la atención los aires de grandeza de algunos medios y periodistas, que se consideran pastores dirigiendo a gritos y pedradas a su rebaño, formado por los cabrones de los bloggers (que no se dejan pastorear) y los ovejas que deberían, en su opinión, hacer lo que ellos digan. Si El Mundo y El País no recibieron nada de los alumnos de Navarra sería porque a los alumnos no les dio la gana de enviar nada y Chus del Río debería preguntarse por qué. Si los alumnos de Comunicación se hubieran metido en la cama tras el atentado o hubieran pasado el tiempo abrazados entre sí doliéndose de lo que les acababa de pasar, hubiéramos tenido la duda de que estos chicos sirvieran para periodistas, pero no ocurrió así. La verdad es que estoy muy sorprendida de la cantidad y de la calidad de trabajo periodístico que hicieron y muchos medios supieron aprovechar la cantera de los estudiantes de Comunicación: Diario de Navarra, Cadena Ser, Heraldo de Aragón, Antena 3, Associated Press, la Sexta…

Con 21 años he aprendido a hablar únicamente de lo que sé. Y lo que sé es lo que vi. Laura Barrios mantuvo la situación bajo control en Canal 6. Leire San Miguel logró firmar en ElMundo.es una buena pieza. Cristina Tris colaboró en el Hoy por hoy local y por la tarde habló en La Ventana de Gemma Nierga. Dani Soriazu y Helena Mora entran para la SER en Euskadi desde el puente del CIMA. Tamara Ferrari entraba para la radio pública vasca. Y así un compañero tras otro que para algunos comentaristas son invisibles.

Eso dice Jurdan Arretxe en el post que sobre el tema escribió Juan Varela.

Ramón Salaverría, Paco Sancho y Miguel Ángel Jimeno, profesores de estos periodistas, defienden con argumentos y pasión el buen trabajo de los alumnos y Ramón anuncia un recopilatorio de lo hecho estos días. Lo espero con impaciencia y desde aquí les doy mi enhorabuena.

La polémica ha mezclado temas que no tienen que ver entre sí: las redes sociales, el periodismo, la comunicación interpersonal…

A mí me enseñaron en Pamplona que el periodismo se corresponde, bastante fielmente, con lo escrito por Martínez Albertos:

Fines específicamente informativos u orientadores. Asentado sobre una concreta y precisa teoría de la noticia. Presupone en los sujetos promotores del proceso informativo cierta disposición psicológica a la objetividad (entendida como meta). La honestidad intelectual, el sincero respeto que los promotores del proceso tengan por la libertad de respuesta de los sujetos receptores.

Y eso, lo puede hacer uno a través de los medios de comunicación o no. Y, además, el «sujeto promotor del proceso informativo» es una persona con padres, hermanos y amigos, a los que informa en cuanto puede de que se encuentra sano y salvo, usualmente lo hace como puede y le da la gana: sin deseos de ser objetivo (se intentará centrar la atención en uno mismo), sin respeto por la respuesta de los receptores (ay de ellos como muestren indiferencia) y sin orden ni concierto en el relato de los hechos, ¡hasta ahí podíamos llegar!

Esto que escribo, ¿es tan difícil de entender?

Actualización 8 de noviembre:

Ya está la recopilación que anunciaba Ramón: Voces desde el Campus. Vía eCuaderno y e-periodistas