Hoy El Mundo en su portada trae un montaje fotográfico con la jeta cara de Zapatero formada con las caras de algunos de los parados.
Es bastante expresivo, porque el optimista patológico es así de pura insensibilidad con los problemas ajenos, tiene mucha cara y poca cabeza, una cara más dura que el cemento armado, una sonrisa hierática del que considera que, como a él le va bien, el mundo es perfecto.
La verdad es que estoy preocupada e indignada por lo que está pasando. Siento una gran impotencia al ver cómo el máximo responsable de este país es el único que no se ha enterado de que la situación es propia de un estado de alarma, de que su gestión económica es un rotundo fracaso y de que debería dimitir y convocar elecciones por pura incompetencia
Las portadas de El Mundo y de El País son elocuentes: este hombre es un peligro público por muchos motivos, pero la gestión económica está abocando al país al caos.