El caso Ryan me ha suscitado algunas dudas profesionales que me gustaría compartir y debatir con vosotros._La primera es una obviedad. ¿Es necesario montar un circo de medios frente a la maternidad del Gregorio Marañón en busca de una declaración de los familiares? La respuesta es no. Las consecuencias, la bronca que se llevaron los periodistas por parte de la familia. Aún así, algún compañero intentó sin éxito arrancar unas palabras a Mohamed. ¿Alguien se ha puesto en su piel durante unos segundos? La respuesta es otro no. No entiendo (y en esto hago un ejercicio serio de autocrítica) porqué nos plantamos allí con las cámaras, los micrófonos… como si se tratara de un show. No lo es.
Javier Casal, de la Cadena Ser, escribe hoy en su blog una aprovechable reflexión profesional sobre el tratamiento mediático de la muerte del bebé Ryan, el hijo de Dalila, muerta por gripe A.
Con unas dosis de humanidad se terminaría con tanta tropeza mediática al tratar sobre las desgracias y se evitaría el dolor añadido a las pobres personas que encima de su drama han de soportar el trato frívolo y descarnado de los periodistas.
En este caso, además, ya ha habido algún popular blogger y periodista que ha unido la desgracia con la carroña política.
Javier Casal, que no es precisamente del PP, reconoce en su post que ayer entrevistaron a Güemes en la Ser y estuvo bien y prudente. También estoy de acuerdo con Casal en que hay que tener respeto por la enfermera; debe de estar destrozada y esto le habrá cambiado la vida para siempre.
Desde luego, es un drama humano pero precisamente por eso, hay que ser cuidadosos con cómo se trata y para qué se usa.