¿Crisis económica o de modelo? · ELPAÍS.com Juan Carlos Rodríguez Ibarra
Un adolescente de 12 o 13 años pasa 14 horas de cada día siendo digital y seis siendo analógico: digital cuando se encuentra fuera del aula y analógico cuando se sienta en ella. Esa contradicción choca con los intereses del alumno impidiéndole desarrollar sus potencialidades y aburriéndose ante un sistema educativo que no se comporta con las reglas y normas que el adolescente vive en su casa y en la calle. Alumnos que durante la jornada no escolar tienen la oportunidad de asomarse, a través de una pantalla, al resto del mundo globalizado, en el horario escolar se topan con la limitación de una pared blanca adornada con una pizarra que mata su imaginación y su capacidad de asomarse al mundo, además de romperse las muñecas de sus brazos copiando apuntes o subrayando libros de textos que no interesan, por antiguos, a jóvenes y adolescentes que visitan y viven en otro mundo. A nadie puede extrañar que el sistema fracase mientras sigamos empeñados en aplicar modelos educativos alejados del mundo en el que diariamente se desenvuelve el alumno.
Da gusto leer este artículo de Rodríguez Ibarra: es el perfecto resumen del analfabeto funcional. Que alguien le explique que la educación no es información, que el saber humanístico no es como el científico (ve y dile a Aristóteles que sus libros son antiguos y por eso no interesan) y que resulta que Internet NO es otro mundo. No mira, el ignorante con Internet tiene el mismo universo mental reducido que el ignorante sin Internet. El problema es otro. Como ejemplo, lo que contaba Enrique García-Máiquez:
Pero son incapaces de mantener la vista fija en sus libros más de cinco minutos. El zapping, el surfing por Internet, la I-Pod, los SMS, los chats y los videoclips han creado una atención que derrapa en las curvas. Eso nos afecta a todos y explica en parte el auge actual de la literatura fragmentaria: en narrativa, el microcuento; en poesía, el haiku; en ensayística, las minicolumnas como ésta y los aforismos. Así las cosas, tendríamos que adiestrarnos en una atención estereoscópica que nos permita disfrutar a la vez del Quijote y de las mínimas Obras completas de Monterroso.
Como pinceladas, dos reflexiones. Una de Hans Jonas: «Un Descartes no leido nos determina, tanto si lo queremos como si no» (así que sería conveniente que conocieran y comprendieran a Descartes si es que quieren ser personas libres) y otra que no recuerdo de quién es ni el contexto: «padecen anemia por falta de apetito»*, que lo refiero a los alumnos tanto si están conectados como si no: ya pueden tener ante sí un festín de alimento intelectual que si no tienen ganas de meterle el diente, moriran de inanición.
* Actualización: ya sé quién lo dijo y dónde. Walter Lippmann en Public Opinion, pag. 50: «They suffer from anemia, from lack of appetite and curiosity for the human scene. Theirs is no problem of access to the worl outside. Worlds of interest are waiting for them to explore, and they do not enter«. Publicado en 1922 y, como veis, perfectamente trasladable a hoy. Toma texto antiguo.
02/07/2008 a las 18:33
Montse, comparto tu análisis sobre el texto de El País. Me recuerda a lo hace poco ha publicado ahí mismo Peces Barba acusando a la Iglesia de totalitaria. Tiene gracia viniendo del tío que lleva 25 años tratando de imponer un sistema único de educación. Además acusaba a Esperanza Aguirre de preterir a la «asociación mayoritaria de víctimas», cuando la AVT está bastante contenta con la Aguirre.
Estos supuestos intelectuales (Ibarra, Peces Barba) se muestran incapaces de explicar la realidad con un mínimo de credibilidad.
Si , volviendo al caso, Peces Barba hablaba de la asociación de Manjón, habría que matizar que Manjón no es «víctima» stricto sensu (tampoco Alcaraz), sino «madre de víctima»; que su asociación es absolutamente minoritaria; y que sólo integra a dos víctimas. Por tanto ni siquiera es asociación de «víctimas» sino de «afectados».
Lo de Ibarra sobre la educación no tiene un pase. La educación es un fracaso porque no hay calidad, ni esfuerzo, ni mérito, ni autoridad. Y porque estos del PSOE no saben mostrar la verdad con atractivo; si acaso la mentira con atractivo.
03/07/2008 a las 13:52
Muy agradecido por la mención honorífica en tu blog. Y muy de acuerdo, como siempre.
03/07/2008 a las 19:54
Montse. Lo que cuentas en tu comentario creo que tiene que ver, además con la cultura visual. Las personas pensamos con palabras y no con imágenes, y cuanto más visual es nuestra sociedad, y menos se lee, más incapaces somos de realizar pensamientos complejos. En fin, más estúpidos
05/07/2008 a las 16:40
¿Y por qué una pared blanca y una pizarra han de matar la imaginación? Ésta vuela libre allá en donde esté. Sí que matan la imaginación los tarugos doctrinarios que tratan de imponer su manera de pensar y que en lugar de desarrollar pensamientos y suscitar las dudas dictan consignas y establecen dicterios para quienes no las sigan o las aplaudan.
14/07/2008 a las 23:19
Yo creo que lo artificial es lo natural en humanos, y que los sistemas informáticos pueden ser útiles en la educación.
Hace ya mucho que dejé la escuela, pero cuando leo en inglés suelo tener el texto abierto en una pantalla de 24 pulgadas y el diccionario y quizás uno de esos programas para estructurar ideas en la pantalla derecha. Hay aplicaciones también para anotar pdfs, para gestionar bibliografías, para organizar información, o por ejemplo el spotlight en Mac me indexa los libros/revistas.
Con esto no quiero decir que con una pizarra, un libro de texto bueno, un maestro con ganas de enseñar y alumnos con ganas de aprender no se pueda educar bien.
Tampoco quiero decir con esto que estar mirando la internet tenga de por sí ningún valor educativo. En la internet uno elige lo que quiere creer y la «capacidad de asomarse al mundo» depende mucho del número de idiomas que conozcan los chavales y del sentido común y conocimientos previos que tengan.
Mi impresión es que estamos saliendo de la era industrial para entrar en la era de los servicios/conocimiento, y que el sistema que nos fué útil antes con un montón de chavales en mesas ordenadas en filas apuntando a toda velocidad lo que dice el maestro no va a ser necesariamente útil en el futuro.
Creo que debemos ir a una enseñanza personalizada, aumentando la capacidad de hacer cosas interesantes con las herramientas actuales y de apreciar la información de forma crítica.
No creo que esto se pueda proveer en la educación estatal, pero en casa y en las escuelas privadas quizás sí.
Saludos