Ya me perdonaréis la gracia barata del título, pero estaba por elegir entre burradas y brutalidades y, después de leer la polémica en El País se me ha estragado el gusto.
Resumiendo: Almudena Grandes se permite el lujazo de escribir en la contraportada de El País, algo que sólo debería permitirse a gente letrada, pero a ella le dejan. No contenta con el favor que le hacen, se permite escribir un artículo en el que muestra un sentido del humor muy dudoso, haciendo un chiste tabernario sobre el goce de las monjas violadas en la Guerra Civil. La excusa es una frase de la Madre Maravillas que luego se ha sabido que es de san Juan de la Cruz. Es pasmoso que una persona, mujer, escriba eso, es pasmoso que se lo publiquen y es pasmoso que a estas alturas no haya intervenido el Ministerio de Igualdad. Todo un Ministerio que no admite que hables de las croquetas de Puri pero que hace mutis con la apología de la violación.
Al menos, ha habido un par de réplicas en El País. El primero fue Antonio Muñoz Molina, hoy Gregorio Marañón Bertrán de Lis. Almudena Grandes responde hoy que la culpa de su chiste es la propia Madre Maravillas por la frase que hizo suya:
-«Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta»
¿Qué parte es la que no entiende Almudena Grandes? Nadie tiene la culpa de que en su pobre mente TODO signifique sexo o bien que su raciocinio no dé para más y que no entienda que el «sujetar» no tenga nada de físico.
Supongo que cuando, en la boda del Príncipe y Letizia leyeron la epístola de San Pablo, Almudena Grandes imaginó que ambos se comprometían a vivir bajo un yugo de maltratos o algo así.
«El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta».
Ahí tenemos a dos escritores de renombre polemizando sobre violaciones de monjas, enterándose gracias a los lectores de que la frase atribuida a la Madre Maravillas es de san Juan de la Cruz y El País sacándolo en portada por la cantidad de comentarios que tiene. ¿Hay algún país en donde los debates entre «intelectuales» sean tan … sublimes?
27/11/2008 a las 23:02
El sectarismo de Almudena Grandes queda en evidencia con su intento de mantenerla y no enmendarla. Sus libros han pasado de mi salón a un triste caja de cartón en señal de protesta. Si fuera mujer me sentiría incómoda. Está claro que la violencia machista tiene muchas caras. Imaginemos que fuera al revés: que una escritora de derechas (¿las hay?) describiera esta situación: una pobre proletaria de los años 40, en plena dictadura, pasa al lado de un grupo de falangistas de pelo engominado, bigotes recortados y encima «-mmmmmmm- sudados». Hay dos varas de medir. Y algunos estamos más que cansados de que, dependiendo de las ideologías, a unas personas (ficticias o no) se las pueda maltratar a modo de maldita gracia.
28/11/2008 a las 11:49
La falta de cerebro y el exceso de violencia de gente como la Grandes, encima situada en un puesto de influencia sobre la opinión pública como esa columna de El País, simplemente me pone enfermo. Hacía tiempo que no me cabreaba tanto… 🙁
28/11/2008 a las 12:28
Le resulta difícil digerir la bilis a la señora Grandes.
29/11/2008 a las 21:07
Yo creo que las neuronas de Almudena Grandes ya no dan para más. Las tiene tan atrofiadas por su fanatismo ideológico que ya no razona.
29/11/2008 a las 21:07
Yo creo que las neuronas de Almudena Grandes ya no dan para más. Las tiene tan atrofiadas por su fanatismo ideológico que ya no razona.