Isidro Catela, director de la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española, publica hoy una tribuna en El Mundo. Aunque está en cerrado, pienso que el enlace debería funcionar aunque no estéis suscritos.
Catela escribe sobre los recientes movimientos de varios ayuntamientos para hacer pagar el IBI a la Iglesia. En un primer momento, por lo que sé, el caso se circunscribía a Zamora. El obispo de allí -eso dijeron los medios- se plegó a los deseos del ayuntamiento y dijo que no ponía pegas a pagar el IBI.
Lo de Zamora llevó a que otros municipios se animaran, con la demagogia habitual, a decir que le iban a mandar el recibo del IBI a la Iglesia. En un impulso de justicialismo, a los partidos políticos como Izquierda Unida, UPyD y PSOE les parecía que las parroquias estaban explotando a los pobres contribuyentes con su avaricia. Los curas son ricos y avaros en el imaginario de algunos.
Lo más indignante de los políticos justicialistas es que los partidos políticos están exentos de pagar el IBI, así como las Fundaciones o los sindicatos. Hace unos días vi en Twitter una noticia sobre Izquierda Unida de San Sebastian de los Reyes en la que decía «Izquierda Unida San Sebastián de los Reyes solicitará en el próximo Pleno el pago del IBI por part.» como ahí se truncaba pensé que les había dado un impulso de solidaridad y habían solicitado pagar el IBI, pero no, solicitaban que lo pagara la Iglesia.
Lo de menos es que los servicios asistenciales de los ayuntamientos consisten en distribuir a los necesitados por los diferentes servicios asistenciales que LA IGLESIA tiene en las ciudades. No lo digo en menoscabo de los asistentes sociales de los ayuntamientos, lo digo en menoscabo de esos políticos justicialistas que no disponen que haya nada de presupuesto para ayudar a los necesitados.
La Iglesia -que somos los laicos, los religiosos y los clérigos- hace lo que puede por quien lo necesita. Y ese hacer lo que puede se concreta en que cada uno hace lo que se le ocurre: no hay una estadística de la caridad católica.
Así, de memoria, se me ocurre lo que hace el párroco de Santiago de Vigo, que da de desayunar a los que viven en la calle y más tarde les da un bocadillo. La iglesia tiene una fachada con escaleras en una de las calles más céntricas de Vigo. La distribución de desayunos y bocadillos, si el párroco fuera un político, se habría hecho en la escalinata. Lo hace en un local parroquial que está detrás de la iglesia.
En Capuchinos le pagan la luz, el alquiler o el gas a varias familias, las Misioneras del Silencio dan de comer de lunes a viernes a una fila de pobres, además de alojamiento a mujeres, los Hermanos de los Enfermos Pobres dan alojamiento, asesoramiento y cuidados médicos a 150 personas todos los días. Muchos católicos son el alma de otras ONGs como Manos Unidas, Banco de Alimentos, Aldeas Infantiles… en la que por supuesto colaboran muchísimos no católicos, igual que hay miles de no católicos que ponen la X en la casilla de la Iglesia o que se dejan la vida y el dinero ayudando a los demás.
No he mencionado a Cáritas porque eso que he dicho no es todavía Cáritas. Cáritas es eso y mucho más.
Es decir, que unas instituciones (partidos políticos y sindicatos) se indignan artificialmente contra otra institución (la Iglesia católica) por no pagar el IBI que ellos tampoco pagan, en nombre de unos pobres que ellos no representan y a los que no asisten. Los impuestos son para repartir la riqueza, no para quitarle a quien está repartiendo para que los políticos tengan más dinero. Hipocresía 140 por cien.
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