Desgraciadamente muchos medios de comunicación se sienten exentos de la obligación de informarse e informar correctamente cuando la materia es la Iglesia Católica, especialmente cuando el medio es El País o Público, porque todo aquello que embarre el cerebro de sus lectores lo consideran un triunfo. El Mundo tampoco informa adecuadamente sobre la Iglesia, sobre todo porque su línea editorial es anárquica en temas de cultura religiosa, de un relativismo radical.

Informar adecuadamente no es asumir los principios de la Iglesia Católica, no es eso lo que reclamo, sino atenerse a la verdad, a los datos. No inventarse las cosas, no mentir, no difundir bulos que es lo que están haciendo El País y Público, por ejemplo, con la financiación de la próxima JMJ.

La organización de la JMJ ha explicado ya en varias ocasiones que la visita de Benedicto XVI no recibe ni un euro de subvención pública.

  • La JMJ se autofinancia con las aportaciones de los peregrinos (70%) y las de empresas y particulares (30%)
  • La Jornada Mundial de la Juventud cuenta con el apoyo de las administraciones públicas y un centenar de empresas patrocinadoras
  • Con criterios de austeridad y transparencia, el sistema de concurso público ha adjudicado el 90% de los contratos a empresas españolas

La actividad generada por la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid supondrá “coste cero para el contribuyente y una inyección de más de 100 millones de euros para la economía española”, según ha mencionado Fernando Giménez Barriocanal, director financiero de la JMJ. De esta cantidad ha estimado que “cerca de 50 millones procederán del extranjero y se van a quedar en España”.

Lo único que se podría considerar ayuda del Estado, en realidad es un ingreso para el Estado. El Gobierno de España ha calificado la JMJ de «acontecimiento de excepcional interés público», lo cual implica beneficios fiscales para los patrocinadores. Estas facilidades para las empresas revierten en un beneficio para el Estado: sólo en concepto de IVA, en el caso de la JMJ, ingresará más de 25 millones de euros frente a los 18 que se prevé dejar de percibir en incentivos fiscales. Otro dato destacable es el sistema de concurso público, que finalmente ha adjudicado el 90% de los contratos a empresas españolas. La información sobre los concursos abiertos está disponible en www.madrid11.com/concursos-proveedores.

Es decir: las empresas patrocinadoras pueden deducir de sus impuestos parte de las ayudas que dan a la JMJ, pero eso es porque Hacienda piensa que el impacto económico de ese «acontecimiento de excepcional interés público» da más beneficios a las arcas públicas que lo que deja de percibir. Eso es neutralidad del Estado: sopesar los costes y beneficios y decantarse por lo más ventajoso, en este caso lo ha hecho.

Sin embargo, en Público y El País se sigue publicando el infundio que produce un grupo de radicales llamado «Europa laica» según el cual el coste de la visita es de 100 millones de euros y la mitad lo paga el Estado. No busquéis las cuentas. No las echan, simplemente lo afirman, lo convierten en artículo de fe y Público y El País lo difunden, sin tampoco perdirles los datos. Es materia de fe.

Es más, en el caso de El País no se entiende el afán de enredarlo todo cuando resulta que Prisa es una de las empresas que patrocina la JMJ. Por cierto, el periodista que se encarga de escribir la pieza de ficción de hoy, Juan G. Bedoya, debería mejorar su castellano: no se dice en loor de multitudes sino en olor de multitudes. (Consulte el Manual del Español Urgente)

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