En 2015 me empezó a rondar la idea de escribir un libro sobre el nuevo ecosistema comunicativo que se había creado en la comunicación pública y privada por las redes sociales y el móvil. En principio era un intento de rehacer algunos posts de este blog y experimentar qué era publicar un libro electrónico en Amazon sin editorial, de forma autónoma.
De aquel propósito pasé a un libro más ambicioso, porque 2016 y 2017 han sido unos años en que ha cambiado totalmente nuestra visión del papel del móvil, de las redes sociales y Google en la política, el periodismo y la comunicación interpersonal.
La verdad es que he disfrutado mucho escribiendo Comunicación efímera, de la cultura de la huella a la cultura del impacto; pero he echado de menos un editor, alguien que me dijera dónde profundizar más, qué dejar de lado o cómo explicar mejor algo.
Público: he procurado que el libro sea accesible a cualquier persona culta, aunque no tenga una formación específica en comunicación. Es un ensayo, no es un libro académico. Al escribirlo, a ratos pensaba en los alumnos, a ratos en personas que tienen un cargo de dirección, de formación y deben conocer algunas cuestiones sobre la comunicación mediada que creo que no se tienen en cuenta (la omnipresencia del móvil, la urgencia artificial, la falta de contexto que sufrimos tanto en el periodismo como en los whatsapps, etc.)
Temas: el libro tiene más de 200 páginas, si se imprimiera. El tema es la comunicación, pero dos aspectos que recorren todo el libro son la educación y el periodismo.
Los capítulos son los que siguen:
- La era de la posverdad. En este capítulo me centro en la interacción entre periodismo y redes sociales. Internet, que era la promesa de un mayor control sobre la veracidad de lo publicado en los medios, se ha convertido por culpa de las redes sociales, en una máquina de bulos. Intento explicar por qué. No tiene por qué ser así, son los incentivos perversos que hacen que lo viral se imponga sobre lo veraz.
- El periodista, un sujeto con autoridad. Si los medios han perdido su autoridad por sus intereses ajenos a la información, el periodista debería recuperar su autoridad como profesional que sirve a su audiencia. Ya sé que suena iluso pero los cínicos nunca suelen aportar motivos para mejorar.
- La vida en un bolsillo. Aquí doy alguna pincelada sobre la influencia del diseño, de cómo lo que aparece o no en nuestro móvil diseña el contenido mismo de lo que comunicamos. El iPhone fue definido por Steve Jobs como la vida en un bolsillo y sí, tenía razón, un smartphone lleva nuestros vínculos emocionales en una pantalla táctil que se convierte en el meollo de nuestra comunicación.
- Armas de distracción masiva. Las redes sociales son aspiradoras de atención y, por tanto, armas de distracción masiva. Nuestros datos, nuestro comportamiento monitorizado ha creado las fortunas individuales más cuantiosas de la historia y lo que hace que Facebook y Google valgan tanto es la publicidad personalizada. En 2015 se dio un paso más y el Brexit y la elección de Trump han puesto de manifiesto que la comunicación política se ha convertido en un confirmador de sesgos.
- El torbellino es el mensaje. La disrupción y el ciclo de noticias de 24 horas no son sólo posverdad, también son agitación, de manera que la propia inestabilidad de la información, la contradicción se han convertido en un mensaje. Trato aquí de explicar que el «sesgo en contra de entender» tiene su antídoto en la interpretacion, la gramática (no la parte de la linguística, sino la ciencia de la interpretación). Y también, que la confirmación del sesgo, el halago, tienen un antídoto que se llama parresia.
- Algunas conclusiones (provisionales). Digo que son provisionales porque estamos en un medioambiente tan cambiante que no puedo concluir definitivamente casi nada. Los subtítulos de las conclusiones vienen a continuación. He intentado hacer una panorámica de la inteligencia artificial, de modelos de periodismo que no dependan de la publicidad, de caer en la cuenta de la importancia del contexto comunicativo, de la necesidad de realidad, de la provocación de la indignación en las redes sociales y de lo deseable que sería que recuperáramos el control sobre la atención y las presencias reales.
La dialéctica del esclavo
Anatomía de la indignación
Contexto enriquecido
Del éxtasis a la colada: una ética de la atención
Ecosistemas que propician el diálogo
Lo identitario y los otros
El canon y el sujeto
Una sana resistencia
Presencia real
Edición: he escrito y maquetado el libro en Sigil. Sé que se puede escribir en word y al subirlo, Amazon lo transforma en formato mobi pero la verdad es que no sabía muy bien qué maquetación iba a tener de esa manera, preferí controlar más directamente el aspecto del libro.
La portada sí que la encargué, a Outono, porque me parece que es una pieza fundamental y que un diseñador puede hacerla, yo no.
Insisto en que eché de menos que alguien me dijera cómo veía el libro. Así que, si lo lees, por favor, hazme llegar tus impresiones.