Aquí hace un día de temporal: viento y lluvia. A pesar de que la oscuridad del día podría propiciar emociones negativas, es conveniente mirar las cosas con objetividad.

Me equivoqué en mi pronóstico de victoria del PP por la mínima. Bien es verdad que ETA intervino. Lo digo sin establecer causa-efecto sino una «coincidencia» temporal.

En el cómputo global, los datos son los siguientes:

P.S.O.E. 11.064.524 43,64% 169 164 42,59% 11.026.163
P.P. 10.169.973 40,11% 153 148 37,71% 9.763.144

Es decir, tenemos a un PSOE que ha crecido menos de 30.000 votos en toda España, a costa de una IU que pierde 300.000 votos y una Esquerra que pierde casi 400.000. No es descabellado pensar que mucha izquierda se ha quedado en casa. Me pregunto, ¿es razonable para el PSOE estar muy satisfechos de este resultado? No parece que los ciudadanos de izquierdas hayan mostrado ningún entusiasmo por el PSOE sino un voto a la contra del PP.
El PP ha crecido 400.000 votos, por lo tanto, decir como hace El País que el PP se queda a más distancia del PSOE es pura y simplemente una mentira. Hoy ya animan a votar si Rajoy debe dejar la presidencia del partido.

¿Cuál es el panorama que le queda a Z? Pactar ley por ley, como la legislatura pasada, pero encima tendrá que contar mucho más con Mas, ¿a cambio de qué? Los votos de la izquierda radical que ha conseguido van a tener que conformarse con negociar con la derecha catalana o vasca, con un electorado más católico que el PP. ¿Se conformará esa izquierda radical o resurgirá en IU y Esquerra? A pesar de los deseos de los radicales de izquierda, me temo que el aborto y las broncas a la Iglesia van a tener que esperar.